domingo, 11 de enero de 2009

VALORES FORMATIVOS EN EL APRENDIZAJE DE LA MATEMÁTICA.




La matemática es amigable con todos pues aun cuando
es rechazada por muchos, ella sigue allí, dándole hasta
a estas mismas personas que la rechazan.

JOSE SERVELION GRATEROL

VALORES FORMATIVOS EN EL APRENDIZAJE DE LA MATEMÁTICA.


Quizás, nos sorprenda a primera vista la idea de la matemática y los valores que hasta pudiera pensarse que tal cosa no es posible porque la matemática es muy rígida; por tanto requiere una serie de leyes, teoremas, axiomas y conceptos que se imparten; mientras que los valores no se imparten, sino que se aprenden. Pero realmente aquí comienza la conexión pues la matemática tampoco se enseña, ella se aprende.
Ahora bien, como ya hemos comenzado con esto de la matemática y los valores nos podemos preguntar: ¿cuándo iniciar los valores en la matemática?, ¿cómo hago para presentar algunos valores sin desviarme de la matemática? Si buscamos respuesta a estas interrogantes, las encontraremos en la misma practica docente puesto que en el proceso de enseñanza aprendizaje de la matemática, el docente considera en primera instancia el amor por el lenguaje de la matemática; esto lo hace por ejemplo cuando enseña la representación de los entes matemáticos tales como: los entes de los números, aquí también indica que se debe respetar el orden que llevan éstos.
Como se puede apreciar el alumno se inicia en el amor a la matemática y es él mismo, quien comienza a aprender el amor hacia esta ciencia porque la ve necesaria en su quehacer diario. También aprende que sus contenidos respetan las reglas, conceptos y teoremas de la matemática por lo que él, tiene que respetar estos fundamentos teóricos para comprenderlos.
De modo que se ve que el docente de matemática facilita un proceso de enseñanza aprendizaje que está rodeado de valores un ejemplo claro lo constituye la cooperación que debe existir entre los compañeros de aula, permitiendo que si un alumno no entiende ningún contenido otro pueda ayudarlo y de esta manera, el proceso de enseñanza aprendizaje es compartido, facilitado y cómodo para el que aprende matemática.
Visto así, se aprecia que en aula de clases habrá una convivencia donde el aprendizaje tiene lugar y espacio para ir de un alumno a otro, del docente a los alumnos y de los alumnos al docente, fomentándose de esta manera una actitud de dialogo al tiempo que aprenden los involucrados en el proceso: docente-alumno-comunidad.
En este sentido, el aprendizaje de la matemática facilita la adquisición de valores tales como:
v AUTODISCIPLINA: Lo que significa que el que estudia matemática porque la quiere aprender sigue un estudio sin imposición por terceros, sino que es él mismo quien crea conciencia de que para aprender matemática debe ser disciplinado en su estudio.
v CAPACIDAD CRITICA: En el estudio de la matemática el individuo llega a comprender que debe ser honesto para corregir cumpliendo con las actividades matemáticas sin caer en el vicio de la obligación de que debe hacerlo por algún puntaje o nota; en otras palabras debe practicar la auto corrección.
v LA PERSEVERANCIA: Esto lo podemos observar cuando el alumno esta involucrado con algún problema matemático, al principio presentará dificultades, pero con la motivación del docente y su capacidad intelectual logrará resolverlo y así, poco a poco desarrollará en él, la perseverancia en todos los contextos de su vida diaria.

También se pueden apreciar las capacidades potenciales en el aprendizaje de la matemática como las siguientes:
- Orden y rigor en el pensamiento.
- Exploración activa de lo que le rodea.
- Búsqueda de estrategias propias de resolución de problemas.
- Capacidad de análisis, reflexión y conceptualización.
- Proceso de autonomía.
- Imaginación, creatividad y fantasía.
En esta misma línea de ideas, se aprecia la naturaleza social de los valores en el aprendizaje de la matemática puesto que en este hay un compartir de experiencias o situaciones vividas, facilitando de este modo un intercambio de conocimientos donde se le da importancia a la matemática como una ciencia aplicada a la sociedad. En otras palabras, considerándola como una herramienta para generar actividades grupales donde se crean lugares para las competencias, un ejemplo de ellas son las olimpiadas matemáticas y en ésta, los estudiantes comparten valores de distintas latitudes.
El valor del trabajo está presente en el estudio de la matemática y también se reafirman:
a) El autoconocimiento.
b) La iniciativa personal.
c) La creatividad.
d) La coherencia entre el pensamiento y la acción.

Con lo que la persona llega a tener su propia escala de valores.

Visto así, los valores pueden formar parte de:
a) Una creencia.
b) Un aprendizaje.
c) Un ideal.
En cualquiera de las formas que percibimos el valor del estudio de la matemática, éste marca de manera notable la actitud y conducta de la persona que estudia matemática, pero téngase en cuenta de que este estudio no está referido únicamente a quienes se forman en una universidad como profesores de matemática o como matemáticos; pues esta concepción tiene la mirada hacia el que estudia matemática porque le gusta, porque ve que le sirve para desenvolverse en el medio, porque se ha dado cuenta que la necesita en sus actividades.
De este modo, el estudio de la matemática será prioritario por cuanto la practica diaria del convivir y compartir social le está dando a la matemática sentido con lo que se hace diariamente.
Tengamos presente que se acepta como valor aquello que la mayoría de la sociedad acepta y cuya finalidad es humanizar. Además, como ya se sabe, los valores se adquieren, entonces la matemática se ha convertido en un valor universal, pues el hombre la ha adquirido en diferentes formas.
El valor de la matemática también se aprecia en la familia cuando por ejemplo el niño comienza a tener sus primeros contactos con la realidad de la vida familiar, los padres le hacen ver el valor de la matemática cuando le indican ordenar los juguetes o las cosas de la casa. Así, el niño (a) también empieza a observar un orden en su entorno familiar, de manera que se va identificando con el estudio de la matemática, sin que él lo note. Por tanto, cuando el docente inicia al niño en la representación de los números no le esta enseñando la idea de número, pues la idea de número ya reposa en la mente del niño (a).
El docente tal vez, lo que hace es buscar el medio para que el niño (a) comprenda esa idea que él tiene sobre los entes abstractos de la matemática. De manera que el niño (a) tiene ahora un modo de ver escrito lo que está en su mente y que él venia usando durante algunas de las actividades diarias en el hogar, antes de ir a la escuela.
Para concluir, dejemos claro que no podemos imponer a los demás nuestros valores; así mismo, tampoco se puede imponer el aprendizaje de la matemática. El educador, solo debe promover tanto los valores como el aprendizaje de la matemática de manera equilibrada fomentando la creatividad y la curiosidad del alumno para que éste pueda valorar y amar, el uso de la matemática en su actividad diaria.
Así, debe quedar claro, que la matemática como toda ciencia es continua y sistemática y, su vinculación con los valores, lleva al individuo a integrarse en los cambios sociales en un determinado momento de la historia que le toque vivir, lo cual le ayudará en su cotidianidad guiándolo por el buen camino del éxito hacia el logro de las metas propuestas.
Como se aprecia, con esto no se pretende enseñar valores; es sólo presentar el escenario donde alumnos y alumnas descubran lo importante que es formarse en valores sin dejar de apreciar los talentos que se distinguen en el aprendizaje de la matemática.
REFERENCIAS
Bolívar, A. (1995). Hacer una reforma. La Evaluación de valores y
actitudes. Madrid: Grupo Anaya, S.A.
Carreras, LL., Eijo, P., Estany, A., Gómez, T. Guich, R., Mr, V., Ojeda, F.,
Planas, T. y Serrats, M. (1998). Como educar en valores. Madrid:
Nacea.
Grass, J. (1998). Valores y virtudes. Teoría y Práctica. México: Trillas.
Modeiro, M. (2006). Relatos para Educar en Valores. Caracas: San Pablo.
Pérez, A. (2003). Parábolas para vivir en Plenitud. Caracas: San Pablo.
Pérez, A. (2005). Para educar valores. Nuevas parábolas. Caracas:
San Pablo.
Pujol i Pons, E. (2002). Valores para la convivencia. España: Parragón.
Ramos, M. (2000). Programa para Educar en Valores. Caracas:
Distribuidora Paulinas.

Autor: José Servelión Graterol. Profesor del Departamento de Matemática del Pedagógico de Maracay. Estudiante del Doctorado Ciencias de la Educación, de la Universidad Bicentenaria de Aragua. Correo electrónico: grateroljoses@yahoo.es Tlf. 0414-5894147